Mis parábolas médicas: NATURAL como mordida de CULEBRA
Y tras decir eso, saca una funda con unos 8 (sí, sí, 8 potes plásticos de distintos tamaños) en cuyas etiquetas se lee lo que parece ser el nombre científico de plantas.
- Bien señora Azucena, antes de responderle, necesito hacerle unas preguntas:
- Sí doctor, dígame.
- ¿Usted dice que todas las cosas naturales, las que provienen directamente de la naturaleza, son siempre mejores y más saludables que algo artificial como un medicamento convencional.
- ¡Obvio doc! Todo lo que viene directamente de la naturaleza es mejor, es más fresco, con menos químicos y más saludable. Siempre será mejor algo natural que esas pastillas e inyecciones que son puro negocio de las empresas farmacéuticas.
- Ok Azucena, entiendo su punto, pero ahora dígame: ¿y el veneno de una serpiente, el de una culebra? ¿es algo natural? ¿sí o no?
- Bueno, sí, eso es algo natural.
- Entonces ¿Ud. dejaría que la mordiese una culebra venenosa porque es algo “natural”?
- ¡Noooo!
- ¿Y permitiría que extrajesen esa sustancia, el veneno, directamente de su fuente natural y se la inyectasen como parte de un tratamiento? ¿sí o no?
- ¡No doctor! ¿Cómo se le ocurre?
- Correcto Azucena, no siempre lo “natural” es sinónimo de algo bueno, inofensivo o inocuo. La naturaleza está llena de peligros, sustancias tóxicas y venenosas. Algunas plantas, animales y minerales implican serios riesgos para la salud humana. Por eso asumir que algo, solo por ser natural, es mejor que lo artificial, es una idea errónea.
En lo personal, no estoy en contra de las terapias naturales o alternativas, desde niño uso numerosos remedios naturales y soy fiel testigo de sus beneficios. También con mucha frecuencia recomiendo o prescribo remedios naturales. Sin embargo, es importante que las personas tengan presente algunas recomendaciones que he resumido en forma de estos 10 consejos:
1) NO SIEMPRE LO #NATURAL ES MÁS INOFENSIVO O SEGURO. Muchos medicamentos naturales o #terapias #naturistas no han pasado por un riguroso proceso de investigación científica que permita avalar que:
a). Sirven realmente para lo que se dice que son útiles (efectividad y eficacia).
b). No tengan efectos secundarios peligrosos (toxicidad y seguridad).
c). Sean superiores a los medicamentos convencionales que si han sido investigados y validados por la ciencia (equivalencia y superioridad).
2) ARTIFICIAL NO ES SINÓNIMO DE MALO. Es cierto que los #fármacos convencionales, al igual que todo procedimiento quirúrgico, son "artificios". O sea, son invenciones de nosotros los seres humanos para aliviar o curar. Pero resulta que las computadoras, los televisores, los celulares, las neveras… son también todos artificios, inventos, y no por ello decimos que son “malos”. Por lo general preferimos adquirir un auto o viajar en un bus en lugar de trasladarnos a lomo de burro o entre las jorobas de un camello.
3) ACTUALMENTE ES DIFÍCIL DISCRIMINAR LO NATURAL DE LO ARTIFICIAL. Los principios activos o moléculas principales de muchos de esos medicamentos que se venden en las farmacias en forma de cápsulas, tabletas o inyecciones, han sido extraídos de una fuente natural y otros muchos fármacos semi-sintéticos o completamente sintéticos, replican total o parcialmente a estructuras químicas existentes en la naturaleza. Por su parte, buena parte de los medicamentos naturistas disponibles en el mercado han sido sometidos a un proceso de industrialización, sus cultivos fueron fumigados y abonados con químicos, pasaron luego por maquinaria para depurarlos, macerarlos, destilarlos, compactarlos y finalmente son hasta envasados en frascos plásticos… ¡contaminantes de la naturaleza!.
4) LA MEDICINA NATURISTA ES TAMBIÉN UN NEGOCIO. La industria farmacéutica tiene bastante margen de ganancias, pero también enormes gastos de inversión en investigación y desarrollo. Eso es lo que ha posibilitado los actuales progresos en el diagnóstico y el tratamiento de numerosas enfermedades. No hay prácticamente ninguna actividad humana que no esté mediada por la dinámica del mercado, sin embargo no por ello dejamos de ir al cine, nos negamos a comprar ropas, alimentos o dejamos de ir a un concierto o adquirir la música de nuestro cantante favorito. Son solo algunos ejemplos de actividades detrás de las cuales hay poderosas industrias cuyo objetivo es hacer plata satisfaciendo nuestras necesidades. En ese mismo sentido, no podemos perder de vista que la Medicina Natural o no convencional es también un lucrativo negocio que mueve miles de millones de dólares cada año a nivel mundial y que involucra no solo a pequeños productores y comerciantes sino también a grandes transnacionales y empresas de marketing multinivel. Cualquiera puede comprobar que no pocos medicamentos y terapias naturistas son incluso más costosos que los medicamentos convencionales.
5) ALERTA, PILLOS AL ACECHO. Como la mayoría de los países no tienen bien regulado el mercado de producción y comercialización de terapias naturistas, este es un campo que se presta para que todo tipo de pillos y estafadores hagan de las suyas. En muchos casos abusan de las necesidades y de la ingenuidad de las personas comercializando productos, que más allá de carecer de pruebas científicas sobre su eficacia y seguridad, ni siquiera contienen lo que dice la etiqueta. Tenga cuidado y evite ser víctima de personas inescrupulosas, no compre medicamentos naturistas en la calle o en establecimientos de dudoso aspecto o reputación.
6) NO SIEMPRE HAY ALTERNATIVAS NATURISTAS. En muchas ocasiones existen alternativas naturistas para un ansiolítico, un analgésico-antinflamatorio, un digestivo o un antiparasitario. Sin embargo, no hay muchas alternativas en la medicina natural para una cirugía de urgencia o para el manejo de una enfermedad crónica como la insuficiencia renal, en donde si no recurrimos a medicamentos y procedimientos médicos convencionales, el paciente sufrirá serios perjuicios o incluso la muerte.
7) MANTÉNGASE ALERTA ANTE EFECTOS ADVERSOS. Use los medicamentos naturales también con precaución, esté alerta ante la aparición de potenciales efectos adversos y nunca sustituya los medicamentos que le ha recetado su doctor. Pregúntele y muéstrele siempre a su médico las terapias naturistas que esté usando o haya recientemente utilizado.
8) HÁGASE ATENDER POR UN MÉDICO NATURISTA DE VERDAD. Le recomendamos que se haga ver de un verdadero médico naturista con calificación y créditos académicos. Algunos de los que ejercen las terapias naturistas, son personas de escasos conocimientos o incluso son los pillos y charlatanes de los antes hablábamos. También evite ir directamente a una farmacia o puesto de ventas naturistas a pedir consejos. Los vendedores no siempre son los más calificados o los mejor intencionados. Tenga mucho cuidado con la publicidad, no todo lo que se ve en la TV, en las redes sociales o internet es cierto.
9) NO CONFUNDA LA MEDICINA NATURAL CON LO QUE NO LO ES. Por ejemplo, la homeopatía no se clasifica dentro de la medicina natural y sus bases teóricas carecen de basamentos científicos. No hay ni una sola investigación que haya demostrado que algún producto homeopático sea realmente útil para lo que dice servir. Por tanto, numerosos países prohíben expresamente la comercialización de tales productos. Lo mismo sucede con algunas terapias “energéticas” sin sustento ni comprobación científica.
10) LA RELIGIÓN NO ES MEDICINA NATURAL. Muchos creemos en la intervención divina en nuestras vidas, pero la oración y la fe en la sanación, no son medicina natural sino apelación a lo sobrenatural. Salvo algunas excepciones, la doctrina de la mayoría de las religiones preconiza el cuidado de la salud y la vida como un mandato supremo, un mandamiento. Al mismo tiempo, la mayoría de las corrientes teológicas establecen que toda ciencia humana en último término procede de la sabiduría de Dios. Por tanto, aquel que por falta de voluntad, por flaqueza o pereza se resista o abandone una medicación necesaria, probablemente esté actuando de forma contraria a los preceptos de su religión.
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