CONSEJO de HOY: La "POTENCIA" de tus PASTILLAS (cuando 100 = 10)

- ¡Pero doctor! ¿cómo va a controlarme la presión arterial ese medicamento, si es menos fuerte que el que yo había estado tomando hasta ahora?

La pregunta se acompaña de una cara y unos gestos que denotan una seria preocupación. Imagino cual es la base del razonamiento de esta paciente, pero le pregunto solo para confirmar mis sospechas:

- Señora Reyes ¿por qué piensa usted que este de ahora es menos fuerte?
- ¡Obvio! porque el que tomaba antes era de “100” y este es solo de “10”, entonces este es mucho más flojo.

La errónea conclusión de la Sra. Reyes es muy frecuente. Muchos pacientes asumen que la “potencia” o “fortaleza” terapéutica de un
medicamento es directamente proporcional al número de miligramos (mg) que contiene cada tableta o comprimido. Sin embargo ¡es justo lo contrario! un fármaco es más potente entre menos miligramos requiera para ejercer su efecto terapéutico. Por lo tanto, en la historia anterior, el medicamento de 10 mg sería más potente que el de 100 mg porque necesita una menor cantidad para ser igual de efectivo.

Es importante tener en cuenta que los laboratorios farmacéuticos tras largas investigaciones, diseñan la formulación comercial de cada medicamento (esa que finalmente llega a las farmacias) de forma que su principio activo logre el mayor efecto positivo durante el mayor tiempo posible, siempre dejando un margen de seguridad que impida la aparición de toxicidad y minimice el riesgo de efectos secundarios o adversos. Dicho de otro modo: entre dos medicamentos distintos que se usen para tratar una misma enfermedad, si la dosis tope diaria de uno es de 100 mg y la del otro es de 10 mg, eso quiere decir que A ESA DOSIS LOS DOS TIENEN LA MISMA POTENCIA TEÓRICA, o sea que 100 mg de uno, equivale a 10 mg del otro (100 = 10).

Sin embargo, tampoco podemos perder de vista que todos los organismos son diferentes y por tanto, reaccionan de forma distinta ante los medicamentos. De modo que por poner un ejemplo, una tableta de un medicamento de 10 mg puede tener un efecto muy potente en una persona, y al mismo tiempo muy poco o ningún efecto en otro individuo. Es por eso que en las #consultas de seguimiento los #médicos, van ajustando las dosis y modificando el tratamiento según vean necesario para lograr el mayor efecto beneficioso, con la menor posibilidad de que aparezcan efectos secundarios desagradables.

Tras estas aclaraciones es importante dejar por aquí un resumen de algunos útiles CONSEJOS para que mantengas la POTENCIA de tu TRATAMIENTO:
  1. No te guíes por el “número” de miligramos del medicamento. Una pastilla de 2.5 mg de un medicamento puede ser tanto o incluso más potente que una de 150 mg de otro fármaco.
  2. Cumple con las orientaciones de tu médico. Si te prescribió una tableta de 300 mg no le cojas miedo al número y tomes menos cantidad pensando que será “demasiado fuerte”. Tampoco hagas lo contrario, si la pastilla es de un número pequeño de miligramos como por ejemplo de 1.25 mg, no aumentes la dosis por tu cuenta asumiendo que el efecto será muy “flojo”.
  3. Por lo general, en un mismo medicamento, es lo mismo tomar una tableta de 10 mg que dos tabletas juntas de 5 mg o media de 20 mg. Pregúntale a su médico si en en lugar de una tableta de 10 puedes tomarte dos juntas de las de 5 mg que tienes en la casa.
  4. No partas los comprimidos que vienen sin ranura o aquellos que digan “recubiertos”, “coated” o “liberación prolongada”, “extended release” o que en su información acompañante alerte que no deben ser fragmentados, masticados o triturados. Siempre lee el prospecto del medicamento o busca información en sitios confiables de internet como este ;-)
  5. La potencia y eficacia de los medicamentos puede reducirse o perderse si no se conservan a la temperatura idónea, se sacan de su envase original por mucho tiempo o se mezclan con otros medicamentos. Desecha los medicamentos que cambien de coloración, olor o sabor, pierdan el brillo o se deshagan con facilidad.
  6. Muchos jarabes y medicamentos en suspensión requieren ser agitados antes de usarse para que se mezclen bien sus componentes y se logre la mayor potencia y eficacia terapéutica.
  7. Diles siempre a los médicos todos los medicamentos que estás tomando o recientemente tomaste. Conserva y llévales las prescripciones o recetas de otros especialistas. Si extraviaste la receta, lleva las cajitas de cada medicamento. Si estás tomando vitaminas, suplementos, plantas medicinales o medicamentos comprados sin receta médica, no olvides decirlos o llevarlos.
.
Autor: Dr Aldo Santos, Cardiólogo, MSc. en CARDIUM y gestor del proyecto Medicina Explicada.
¿Más información sobre este tema? ¡La tenemos en Youtube! https://www.youtube.com/watch?v=Zk-X6SyZZ0M&t=19s
.
.
Si este artículo te ha resultado interesante y útil, síguenos y compártenos entre tus familiares y amigos porque alguien puede estar necesitándonos. También puedes encontrar otros contenidos de Medicina Explicada en Facebook, Instagram, Twitter, así como en nuestros canales en Youtube y de podcasts en Spotify.

NOTA: Nuestros materiales pueden ser compartidos y reproducidos total o parcialmente por cualquier medio citando su fuente original: Medicina Explicada, donde te lo decimos todo ¡para que te sientas bien!.

Comentarios

Entradas populares